La decoración más actual y moderna bebe de movimientos artísticos antiguos, que se originaron en otras épocas, cuando las necesidades y la concepción del espacio y de los materiales era diferente. Han cambiado nuestra mentalidad, pero también los sistemas de producción y con ellos también la manera de diseñar. Lo más moderno hoy no tiene nada que ver con lo que se consideraba moderno hace cien años, pero aunque hay muchas tendencias que pasan de moda y acaban olvidadas para siempre, hay elementos de la decoración que se mantienen a lo largo del tiempo, adaptándose a los nuevos tiempos.
De estos elementos clásicos queremos hablar hoy. Objetos, ambientes y estilos decorativos que nos recuerdan a épocas pasadas y que consiguen crear interiores con solera, con distinción y con el encanto de las cosas antiguas. Por eso, si quieres poner un poco de clasicismo en tu casa, te aconsejamos que no te pierdas estas propuestas:
Un dormitorio pastel
Si los muebles que nos encontramos en esta habitación tuvieran acabados desgastados y viejos, estaríamos en un dormitorio de estilo shabby chic. Sin embargo, aquí han decidido recuperar su verdadero esplendor, eligiendo tonalidades pasteles para crear muebles que respiran clasicismo y delicadeza. Exquisito y lleno de detalles decorativos, este dormitorio parece llevarnos a otra época, con sus muebles en madera pintada, sus cuadros de punto de cruz con marcos dorados y los delicados cojines sobre la colcha en color turquesa. Un lugar lleno de luz y armonía.
Una biblioteca solemne
Si alguna vez has paseado por el interior de la Biblioteca Nacional de Madrid te habrá sorprendido la solemnidad de sus salas. Y es que los libros son un recurso decorativo lleno de sofisticación y clase. Si, además, los colocamos en una estantería como la que nos encontramos en esta fotografía, el clasicismo del ambiente está asegurado. Columnas dóricas en un tono de madera ámbar que contrastan con las maderas oscuras. Una elegante butaca donde leer con diligencia los clásicos, ¿se puede pedir algo más?
Una televisión en un salón victoriano
El sofá Chester es uno de los sofás que mejor ha resistido el paso del tiempo. Tanto que últimamente hasta le han puesto un programa de televisión. No nos extraña, este sofá nació en la Inglaterra victoriana, en los clubes sociales más selectos del país y fue un noble, el conde de Chesterfield, el que pidió a sus diseñadores un sofá cómodo que permitiera sentarse erguido sin perder la elegancia. Había nacido uno de los iconos del diseño británico.
En este luminoso y agradable salón nos lo encontramos rodeado de otros muebles de inspiración clásica, que consiguen llevarnos a otra época si no fuera porque una pantalla plana nos trae de vuelta al siglo XXI.
Pesados cortinajes
Si algo caracteriza a los ambientes más barrocos y palaciegos es la fuerza de sus textiles: pesados cortinajes, delicados tapices en las paredes, alfombras de ensueño… Frente al minimalismo que aboga por el menos es más, el barroco es pura ostentación. Tampoco deben faltar nunca los dorados en un ambiente con ciertos aires versallescos. Todo, hasta los detalles más inesperados y anacrónicos, como el sutil enchufe que vemos en la fotografía, nos recuerdan que el barroco no ha muerto.
Modernizando el estilo barroco
Ya lo decíamos al principio, hay rasgos y elementos de estilos antiguos que han sabido adaptarse a los tiempos actuales y hoy son todo un rasgo de modernidad. Nadie al asomarse a esta habitación diría que nos encontramos en las estancias de María Antonieta, al contrario, este dormitorio es moderno, sofisticado y elegante. Sin embargo, la huella de estilos antiguos está presente en la lámpara que cuelga en el techo, pero también en la que se apoya en las mesillas, en la butaca que sale en primer término, y hasta en el capitoné del cabecero de la cama.
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